En los corredores de las ferias y mercados del mundo se dice algo esta pasando con la música colombiana. Hoy como nunca se evidencia una muy buena cosecha de talento independiente en los carteles de importantes festivales internacionales, como Coachella, Glastonbury, Roskilde… sigue creciendo la fila, y se escucha en todas partes en Colombia hay mucho talento.
Cuando vemos la realidad del mercado independiente local, vemos lo difícil que es hacer circular la información en el país, los medios tradicionales con sus dinámicas comerciales son cada día más inaccesibles, los músicos en su gran mayoría, grandes desconocedores de cómo funciona el mercado, una gran oferta de artistas y una limitada oferta de gestores, managers y administradores culturales, una visión de lo independiente no como una voz alternativa si no como la única posibilidad de sacar mi producto a la espera de una oportunidad en el mundo comercial, la falta de asociatividad, de generar objetivos comunes y la centralización de la información dibujan un panorama que se debe replantear para aprovechar este cuarto de hora que le esta llegando a la música Colombiana en los escenarios internacionales.
Sin duda tenemos las bases para poder generar una escena musical independiente fuerte en el interior del país, un mercado local que le permita a los artistas poder vivir de la música y seguir abriéndose camino en los escenarios internacionales. Nos queda la responsabilidad de formar públicos, de que los artistas apoyen las iniciativas y medios independientes que les abren espacios, de aceitar los circuitos locales, de aprender de los caminos que han abierto algunos grupos y de no ser un proyecto individual si no una escena que crece unida.
Cuando vemos la realidad del mercado independiente local, vemos lo difícil que es hacer circular la información en el país, los medios tradicionales con sus dinámicas comerciales son cada día más inaccesibles, los músicos en su gran mayoría, grandes desconocedores de cómo funciona el mercado, una gran oferta de artistas y una limitada oferta de gestores, managers y administradores culturales, una visión de lo independiente no como una voz alternativa si no como la única posibilidad de sacar mi producto a la espera de una oportunidad en el mundo comercial, la falta de asociatividad, de generar objetivos comunes y la centralización de la información dibujan un panorama que se debe replantear para aprovechar este cuarto de hora que le esta llegando a la música Colombiana en los escenarios internacionales.
Sin duda tenemos las bases para poder generar una escena musical independiente fuerte en el interior del país, un mercado local que le permita a los artistas poder vivir de la música y seguir abriéndose camino en los escenarios internacionales. Nos queda la responsabilidad de formar públicos, de que los artistas apoyen las iniciativas y medios independientes que les abren espacios, de aceitar los circuitos locales, de aprender de los caminos que han abierto algunos grupos y de no ser un proyecto individual si no una escena que crece unida.